Capítulo IV: De los comensales

viernes, 10 de agosto de 2007


1.- Cualquier mexicano, que se aprecie de ser mexicano, es un potencial consumidor de tacos. El taco es un mal que no respeta sexo, edad o condición social.

2.- Un comensal siempre debe identificarse como cliente al preguntar antes que nada: "¿De qué tienes compa?"
Revisar las viandas y tomar su decisión apegada a derecho, sólo hasta corroborar que algún comensal da su aprobación pidiendo otro más de tripa o barbacoa. Hay que recordar que el que llega primero agandalla y tiene el mando, los que van llegando se esperan, sobre todo si se les ocurre pedir para llevar, cosa que es de muy mal gusto, pues los tacos son para comer allí mismo. La paciencia y sencillez serán sin duda de valiosa ayuda al aventurarse en esa peligrosa jungla "del puestecito de la esquina", donde sólo el animal más salvaje y más fuerte y con mayor adaptación al entorno, sobrevive... perdón por lo de salvaje.

3.- Los comensales siempre hablan en clave entre ellos para que los otros comensales no les entiendan, no importa que a los demás les valga gorro su plática. Por ello utiliza frases como "sí... por eso yo le dije eso..." o "entonces qué... vamos a ir allá".

4.- Recordemos que un comensal es gandalla con todos los demás, a menos que se trate de una mamacita, por lo tanto, todas las mamacitas son gandallas. Así que no te preocupes que se está acabando la salsa, el cilantro o la sal, tu concéntrate en lo tuyo y haz tu mejor esfuerzo, nadie te regala nada, el taco cuesta igual y la mamacita no se va a mochar, porque está ocupada tragando tacos, así que tu come.

5.- Un comensal es un estratega: apaña lugar tan cerca de las salsas que las alcance con una estirada de mano, pero tan lejos para que no te manchen los otros. Previsor a futuro, pues se sienta cerca del taquero pa’ pedir los siguientes. Y un experimentado perito ad-mi-nis-tra-dor, pues dosifica y regula su Coca Cola para que le sobre un buche luego de jambarse el ultimo taco, para ceremoniosamente enjugarse la buchaca y proceder a eructar y, así, alcanzar el máximo orgasmo físico y mental.

6.- Recuerda que un auténtico y experimentado comensal no pide perdón, pide más tacos y de dos en dos para que no se enfríen...

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